carroza a la Santisima Virgen Maria

carroza a la Santisima Virgen Maria
bella nuestra Santisima Madre

lunes, 26 de octubre de 2009

La vida de San José



A San José Dios le encomendó la inmensa responsabilidad y privilegio de ser esposo de la Virgen María y custodio de la Sagrada Familia. Es por eso el santo que más cerca esta de Jesús y de la Stma. Virgen María.

Nuestro Señor fue llamado "hijo de José" (Juan 1:45; 6:42; Lucas 4:22) el carpintero (Mateo 12:55).

No era padre natural de Jesús (quién fue engendrado en el vientre virginal de la Stma. Virgen María por obra del Espíritu Santo y es Hijo de Dios), pero José lo adoptó y Jesús se sometió a el como un buen hijo ante su padre. ¡Cuánto influenció José en el desarrollo humano del niño Jesús! ¡Qué perfecta unión existió en su ejemplar matrimonio con María!

San José es llamado el "Santo del silencio" No conocemos palabras expresadas por él, tan solo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. José fue "santo" desde antes de los desposorios. Un "escogido" de Dios. Desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor.

Las principales fuentes de información sobre la vida de San José son los primeros capítulos del evangelio de Mateo y de Lucas. Son al mismo tiempo las únicas fuentes seguras por ser parte de la Revelación.

San Mateo (1:16) llama a San José el hijo de Jacob; según San Lucas (3:23), su padre era Heli. Probablemente nació en Belén, la ciudad de David del que era descendiente. Pero al comienzo de la historia de los Evangelios (poco antes de la Anunciación), San José vivía en Nazaret.

Según San Mateo 13:55 y Marcos 6:3, San José era un "tekton". La palabra significa en particular que era carpintero. San Justino lo confirma (Dial. cum Tryph., lxxxviii, en P. G., VI, 688), y la tradición ha aceptado esta interpretación.

Si el matrimonio de San José con La Stma. Virgen ocurrió antes o después de la Encarnación aun es discutido por los exegetas. La mayoría de los comentadores, siguiendo a Santo Tomás, opinan que en la Anunciación, la Virgen María estaba solo prometida a José. Santo Tomás observa que esta interpretación encaja mejor con los datos bíblicos.

Los hombres por lo general se casaban muy jóvenes y San José tendría quizás de 18 a 20 años de edad cuando se desposó con María. Era un joven justo, casto, honesto, humilde carpintero...ejemplo para todos nosotros.

La literatura apócrifa, (especialmente el "Evangelio de Santiago", el "Pseudo Mateo" y el "Evangelio de la Natividad de la Virgen María", "La Historia de San José el Carpintero", y la "Vida de la Virgen y la Muerte de San José) provee muchos detalles pero estos libros no están dentro del canon de las Sagradas Escrituras y no son confiables.

Amor virginal

Algunos libros apócrifos cuentan que San José era un viudo de noventa años de edad cuando se casó con la Stma. Virgen María quien tendría entre 12 a 14 años. Estas historias no tienen validez y San Jerónimo las llama "sueños". Sin embargo han dado pie a muchas representaciones artísticas. La razón de pretender un San José tan mayor quizás responde a la dificultad de una relación virginal entre dos jóvenes esposos. Esta dificultad responde a la naturaleza caída, pero se vence con la gracia de Dios. Ambos recibieron extraordinarias gracias a las que siempre supieron corresponder. En la relación esposal de San José y la Virgen María tenemos un ejemplo para todo matrimonio. Nos enseña que el fundamento de la unión conyugal está en la comunión de corazones en el amor divino. Para los esposos, la unión de cuerpos debe ser una expresión de ese amor y por ende un don de Dios. San José y María Santísima, sin embargo, permanecieron vírgenes por razón de su privilegiada misión en relación a Jesús. La virginidad, como donación total a Dios, nunca es una carencia; abre las puertas para comunicar el amor divino en la forma mas pura y sublime. Dios habitaba siempre en aquellos corazones puros y ellos compartían entre sí los frutos del amor que recibían de Dios.

El matrimonio fue auténtico, pero al mismo tiempo, según San Agustín y otros, los esposos tenían la intención de permanecer en el estado virginal. (cf.St. Aug., "De cons. Evang.", II, i in P.L. XXXIV, 1071-72; "Cont. Julian.", V, xii, 45 in P.L.. XLIV, 810; St. Thomas, III:28; III:29:2).

Pronto la fe de San José fue probada con el misterioso embarazo de María. No conociendo el misterio de la Encarnación y no queriendo exponerla al repudio y su posible condena a lapidación, pensaba retirarse cuando el ángel del Señor se le apareció en sueño:

"Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Despertado José del sueño, hizo como el Angel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer." (Mat. 1:19-20, 24).

Unos meses mas tarde, llegó el momento para S. José y María de partir hacia Belén para apadrinarse según el decreto de Cesar Augustus. Esto vino en muy difícil momento ya que ella estaba en cinta. (cf. Lucas 2:1-7).

En Belén tuvo que sufrir con La Virgen la carencia de albergue hasta tener que tomar refugio en un establo. Allí nació el hijo de la Virgen. El atendía a los dos como si fuese el verdadero padre. Cual sería su estado de admiración a la llegada de los pastores, los ángeles y mas tarde los magos de Oriente. Referente a la Presentación de Jesús en el Templo, San Lucas nos dice: "Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él".(Lucas 2:33).

Después de la visita de los magos de Oriente, Herodes el tirano, lleno de envidia y obsesionado con su poder, quiso matar al niño. San José escuchó el mensaje de Dios transmitido por un ángel: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.» Mateo 2:13. San José obedeció y tomo responsabilidad por la familia que Dios le había confiado.

San José tuvo que vivir unos años con la Virgen y el Niño en el exilio de Egipto. Esto representaba dificultades muy grandes: la Sagrada familia, siendo extranjera, no hablaba el idioma, no tenían el apoyo de familiares o amigos, serían víctimas de prejuicios, dificultades para encontrar empleo y la consecuente pobreza. San José aceptó todo eso por amor sin exigir nada.

Una vez mas por medio del ángel del Señor, supo de la muerte de Herodes: "«Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y ponte en camino de la tierra de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.» El se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel. Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea". Mateo 2:22.

Fue así que la Sagrada Familia regresó a Nazaret. Desde entonces el único evento que conocemos relacionado con San José es la "pérdida" de Jesús al regreso de la anual peregrinación a Jerusalén (cf. Lucas 2, 42-51). San José y la Virgen lo buscaban por tres angustiosos días hasta encontrarlo en el Templo. Dios quiso que este santo varón nos diera ejemplo de humildad en la vida escondida de su sagrada familia y su taller de carpintería.

Lo mas probable es que San José haya muerto antes del comienzo de la vida pública de Jesús ya que no estaba presente en las bodas de Canaá ni se habla mas de él. De estar vivo, San José hubiese estado sin duda al pie de la Cruz con María. La entrega que hace Jesús de su Madre a San Juan da también a entender que ya San José estaba muerto.

Según San Epifanius, San José murió en sus 90 años y la Venerable Bede dice que fue enterrado en el Valle de Josafat. Pero estas historias son dudosas.

La devoción a San José se fundamenta en que este hombre "justo" fue escogido por Dios para ser el esposo de María Santísima y hacer las veces de padre de Jesús en la tierra. Durante los primeros siglos de la Iglesia la veneración se dirigía principalmente a los mártires. Quizás se veneraba poco a San José para enfatizar la paternidad divina de Jesús. Pero, así todo, los Padres (San Agustín, San Jerónimo y San Juan Crisóstomo, entre otros), ya nos hablan de San José. Según San Callistus, esta devoción comenzó en el Oriente donde existe desde el siglo IV, relata también que la gran basílica construida en Belén por Santa Elena había un hermoso oratorio dedicado a nuestro santo.

San Pedro Crisólogo: "José fue un hombre perfecto, que posee todo género de virtudes" El nombre de José en hebreo significa "el que va en aumento. "Y así se desarrollaba el carácter de José, crecía "de virtud en virtud" hasta llegar a una excelsa santidad.

En el Occidente, referencias a (Nutritor Domini) San José aparecen en el siglo IX en martirologios locales y en el 1129 aparece en Bologna la primera iglesia a él dedicada. Algunos santos del siglo XII comenzaron a popularizar la devoción a San José entre ellos se destacaron San Bernardo, Santo Tomás de Aquino, Santa Gertrudiz y Santa Brígida de Suecia. Según Benito XIV (De Serv. Dei beatif., I, iv, n. 11; xx, n. 17), "La opinión general de los conocedores es que los Padres del Carmelo fueron los primeros en importar del Oriente al Occidente la laudable práctica de ofrecerle pleno culto a San José".

En el siglo XV, merecen particular mención como devotos de San José los santos Vicente Ferrer (m. 1419), Pedro d`Ailli (m. 1420), Bernadino de Siena (m. 1444) y Jehan Gerson (m. 1429). Finalmente, durante el pontificado de Sixto IV (1471 - 84), San José se introdujo en el calendario Romano en el 19 de Marzo. Desde entonces su devoción ha seguido creciendo en popularidad. En 1621 Gregorio XV la elevó a fiesta de obligación. Benedicto XIII introdujo a San José en la letanía de los santos en 1726.

San Bernardino de Siena "... siendo María la dispensadora de las gracias que Dios concede a los hombres, ¿con cuánta profusión no es de creer que enriqueciese de ella a su esposo San José, a quién tanto amaba, y del que era respectivamente amada? " Y así, José crecía en virtud y en amor para su esposa y su Hijo, a quién cargaba en brazos en los principios, luego enseñó su oficio y con quién convivió durante treinta años.

Los franciscanos fueron los primeros en tener la fiesta de los desposorios de La Virgen con San José. Santa Teresa tenía una gran devoción a San José y la afianzó en la reforma carmelita poniéndolo en 1621 como patrono, y en 1689 se les permitió celebrar la fiesta de su Patronato en el tercer domingo de Pascua. Esta fiesta eventualmente se extendió por todo el reino español. La devoción a San José se arraigo entre los obreros durante el siglo XIX. El crecimiento de popularidad movió a Pío IX, el mismo un gran devoto, a extender a la Iglesia universal la fiesta del Patronato (1847) y en diciembre del 1870 lo declaró Santo Patriarca, patrón de la Iglesia Católica. San Leo XIII y Pío X fueron también devotos de San José. Este últimos aprobó en 1909 una letanía en honor a San José.

Santa Teresa de Jesús "Tomé por abogado y señor al glorioso San José." Isabel de la Cruz, monja carmelita, comenta sobre Santa Teresa: "era particularmente devota de San José y he oído decir se le apareció muchas veces y andaba a su lado."

"No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo...No he conocido persona que de veras le sea devota que no la vea mas aprovechada en virtud, porque aprovecha en gran manera a las almas que a El se encomiendan...Solo pido por amor de Dios que lo pruebe quien no le creyere y vera por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso patriarca y tenerle devocion..." -Sta. Teresa.

San Alfonso María de Ligorio nos hace reflexionar: "¿Cuánto no es también de creer aumentase la santidad de José el trato familiar que tuvo con Jesucristo en el tiempo que vivieron juntos?" José durante esos treinta años fue el mejor amigo, el compañero de trabajo con quién Jesús conversaba y oraba. José escuchaba las palabras de Vida Eterna de Jesús, observaba su ejemplo de perfecta humildad, de paciencia, y de obediencia, aceptaba siempre la ayuda servicial de Jesús en los quehaceres y responsabilidades diarios. Por todo esto, no podemos dudar que mientras José vivió en la compañía de Jesús, creció tanto en méritos y santificación que aventajó a todos los santos.

domingo, 25 de octubre de 2009

LA VIDA DE SANTA TERESITA DEL NIÑO JESUS.



Luis José Estanislao Martín y María Celia Guerin la noche del 2 al 3 de enero de 1873 tenían la alegría de recibir del Señor el noveno y último de sus hijos. Le bautizaron el día 4 con los nombres de María Francisca Teresa. Viven en AlencónOrne (Francia). Es nuestra Teresita.

Es sensible, sumamente avispada. Aprende enseguida a rezar y a los dos años ya toma la "resolución de hacerse monja".

A los tres años ya procura "no rehusar nada al buen Dios".

El 28 de agosto de 1877 siente un profundo dolor por la muerte de su madre. Teresa escoge como "madrecita" a su hermana Paulina.

En noviembre de 1877 el Sr. Martín con sus cinco hijas -los otros hermanitos murieron muy pronto- se traslada a vivir a Les Buissonets (Lisieux). Sus hermanitas se llaman: María, Paulina, Leonia y Celina.

El 25 de marzo de 1883 Teresa enferma gravemente, hasta el domingo 13 de mayo, en que la sonrisa de la Virgen la cura milagrosamente.

El 8 de mayo, de 1884 su primera Comunión constituye una "fusión" con Jesús, al cual le pide "que le quite su libertad".

La noche de Navidad de 1886, durante la Comunión en la Misa de Medianoche, Jesús realiza "en un instante" la "conversión total" que en diez años de esfuerzo no había podido conseguir.

El 29 de mayo de 1887, fiesta de Pentecostés, su padre le da permiso para entrar en el Carmelo a sus quince años. Ya se sabe de memoria la Imitación de Cristo.

El 4 de noviembre de aquel año, en compañía de su padre y de Celina, parte para Roma y el día 20 se postra ante el papa León XIII suplicándole su permiso para entrar en el Carmelo.

El 9 de abril de 1888 ingresa en el Carmelo. No le faltan espinillas pero también muchas alegrías.

El 8 de septiembre, Natividad de María de 1890, llena de gozo, emite sus votos religiosos.

En enero de 1895 por orden de Madre Pñora, Inés de Jesús, Teresa comienza a escribir la Historia de un alma.

Desde junio de 1895 hasta su muerte fueron 27 meses de un terrrible martirio. Llegará a decir al final de sus días Teresa "que nunca pensó que fuera capaz de sufrir tanto como sufrió". También tuvo durante este tiempo profundos y abundantes gozos espirituales.

A las "noches de las nadas" y a los dolores que le ocasionaban "los hermanos pecadores" se unía "el océano de gracias" y "los tiempos pascuales".

La enfermedad continuaba minando siJ cuerpo.

Del 6 de abril de 1897 al 30 de septiembre Madre Inés fue recogiendo su "Novissima Verba", sus últimas conversaciones, que son todo un tesoro.

El 30 de septiembre, poco antes de morir "sin el menor consuelo", exclamó: "No me arrepiento de haberme abandonado al Amor; muy al contrario".

A las siete de la tarde miró al Crucifijo: "¡Dios mío, os amo!', y después de un éxtasis que duró el espacio de un credo, expiró.

El 17 de mayo de 1925 el papa Pío Xl la canonizó.

Su fiesta es el uno de octubre.

Sus obras
Fue corta su existencia y por lo mismo no pudo ser demasiado fecunda su producción literaria.

En 1898 se publican sus escritos en Historia de un alma.

Hasta 1956 no hemos tenido una edicción auténtica de las obras de Teresa de Liseieux.

El P. Francisco de Santa Maria fue el editor de los Manuscritos autobiográficos en el citado año, subsanando definitivamente el interpolado texto de Historia de un alma. Estos Manuscritos comprenden:

Historia juvenil de una fiorecita blanca, dirigida a la Madre Inés, escrita desde enero de 1895 a enero de 1896. Este manuscrito rebosa del amor que informa toda la vida de Teresa: "Este amor misericordioso me renueva, me purifica y no me deja huella de pecado".
Carta a su hermana Sor María del Sagrado Corazón. Escrita entre el 13 y el 16 de septiembre de 1896. Habla del Caminito. Teresa enseña que el Cuerpo Místico de Cristo tiene un corazón rebosante de amor y que éste lo es todo: "En el corazón de la Iglesia yo seré el amor".
Continuación de su his toria juvenil... Dedicado a Madre Gonzaga. Escrito del 3 de junio al 13 de julio de 1897. Trata de su aspiración ideal a la santidad, que se cifra en permanecer pequeñita y alegrarse de esta pequeñez, que permite a Dios cumplir en ella la obra de su misericordia santificante y se afianza en la caridad fraterna que abraza a todo el mundo.
Cartas. En 1948 Andrés Combes publicó 238;
Poesías. Novíssima Verba. Consejos y Recuerdos...
Su espiritualidad
No es fácil sintetizar su doctrina o espiritualidad. Lo hacemos en estos cuatro puntos:

Vocación del amor.

Toda la vida de Santa Teresa del Niño Jesús fue, según su propia expresión, "un cántico al amor" y efectivamente el amor ocupó en su vida un lugar enteramente central. Decía que quería amar a Jesús "Como jamás había sido amado", que no conocía otro camino para llegar a la perfección que el amor. Que en la vida espiritual sólo pesa y cuenta el amor.

La infacia espiritual.

Encantadora es toda su doctrinma de la infancia espiritual. Ella descubrió al mundo los tesoros de paz, generosidad, sencillez y amor escondidos en el Santo Evangelio.

El "caminito de infancia espiritual" es el secreto de una santidad cada vez más perfecta y marivillosamente adaptada a la vocación y a las necesidades espirituales de todas las almas. Caminito de infancia, de pobreza espiritual, de confianza sin limites y de entrega al amor misericordioso. Esbribió: "Quisiera tener un ascensor para subir hasta Jesús, porque soy muy pequena para subir sola. - -El ascensor que ha de elevarme hasta el cielo son tus brazos, Jesús mío".

El Santo abandono.

Es el fruto de la infancia espiritual. Junto con el amor, la esperanza y la humildad el alma se entrega a Dios sin reserva y para siempre, porque tiene fe en su omnipotencia, en su sabiduría y en su bondad. Es un acto de confianza en Dios, es sobre todo el término y la consecuencia del amor. Escribió la Santa.

"Desde hace tiempo no me pertenezco, me entregué del todo a Jesús... Es muy Ubre de hacer de milo que le plazca".

Misionera de retaguardia.

La dimensión apostólica de Santa Teresa va compendiada en estas frases suyas: "Quisiera, oh amado, bien mío, recorrer la tierra, predicar vuestro nombre y clavar en tierras infieles vuestra cruz gloriosa. Quisiera anunciar el evangello a un tiempo en todas las regiones del mundo y hasta en las islas más lejanas.

Yo quisiera ser misionera, no sólo durante algunos años, sino haberlo sido desde la creación del mundo y continuar siéndolo hasta la consumación de los siglos.

Nuestra vocación es formar obreros evangélicos, de quienes seremos Madres".

De hecho la vemos a ella sacrificándose por los misioneros incluso durante su última enfermedad.

Su estela
El 9 de junio de 1897 había prometido hacer "caer una lluvia de rosas"; el 17 de julio había precisado: "Si mis deseos son escuchados, mi cielo lo pasaré sobre la tierra hasta el fin del mundo. Sí, quiero pasar mi cielo haciendo bien en la tierra".

El primero de agosto había declarado con tono inspirado: "Ah, lo sé, todo el mundo me amará".

No se equivocó. En veinticinco años se contaron más de cuatro mil prodigios atribuidos a su intercesión.

San Pío X, antes de incoar el proceso de su beatificación, ya había dicho: "Es la Santa más grande de los tiempos modernos".

Han sido innumerables las conversiones que se ha hecho por su medio, especialmente por la lectura de Historia de un alma.

Su estela y su recuerdo llena aún hoy las iglesias, las familias cristianas e inumerables almas que la invocan con fraternal devoción.

Su mensaje
que procuremos ir por el "caminito" de la sencillez.
que nos enamoremos del Amor con todas nuestras fuerzas.
que siempre y en todo procuremos cumplir la voluntad de Dios.
que el celo por las almas devore nuestro corazón.
Su oración
Oh Dios, que has preparado tu Reino para los riumildes y sencillos, concédenos la gracia de seguir confiadamente el camino de Santa Teresa del Niño Jesús para que nos sea revelada por su intercesión tu gloria eterna. Amén.

SALUDO

ALABADO SEA DIOS

Reciban un atento y coordial saludo bendiciones de Dios y de nuestros santos patronos para cada uno de ustedes que visitan nuestro blog.

EL AMOR DE CRISTO LLAMÁNDONOS A SER HOMBRES Y MUJERES CONSTRUCTORES DE PAZ Y SERVICIO A LA HUMANIDAD, NOS COMPROMETE A IMITARLE A EL, EVANGELIZANDO DESDE NUESTRAS AULAS, UNIDOS/AS A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, MODELO DE FORMADORA DESDE LA EXPERIENCIA DE DIOS....

NO TENGÁIS MIEDO DE ABRIR LAS PUERTAS A DIOS.........................!!